Famosos y remolques

¿A quién no le gustaría soñar que está con un cantante que admira? Pues eso he soñado yo esta vez. Estábamos en clase, y en el grupito típico de cuatro amigos, uno de nosotros era Fernando Alfaro. Yo soñaba que pensaba cómo llamar su atención y que se fijara en mí.

Me encontraba en las escaleras de mi antigua casa, en el portal, y ahí es donde yo vivía. Por los escalones había ropa puesta y yo la elegía. También había alguna ropa que colgaba de unos cables sobre los escalones. Recuerdo además desayunar allí sentada a medio vestir y por la acera de en frente, ver pasar al príncipe Felipe y su mujer mirándome con envidia y deseando cambiarse por mí. Sin duda lo mejor del sueño que hasta ahora, ya es bastante increíble.

Más tarde, en la calle, mi vecino (no era un personaje famoso de milagro) me prestaba su coche, que era enorme, como una furgoneta, y además llevaba un remolque. Yo metía mis cosas, que eran un par de cajas y una maleta. Mientras volvía al portal a elegir mi ropa, dejaba el remolque desenganchado, y unos vecinos me lo robaban. Entonces llamaba a la policía y enseguida llegó allí una agente que al final decidió darme la razón.

A todo esto, se me había escapado el gato del portal (quiero decir, de mi casa), y como no lo encontraba volvía y estaba esperando allí, tumbada en el escalón de la entrada.

Recuerdo la ropa. Casi todo eran vaqueros y camisetas, y muchos me quedaban demasiado justos. Un par de camisetas eran sobre Mario Bros y videojuegos. Otras de música, y yo le preguntaba a Alfaro si le gustaba esta o aquella música a ver si coincidíamos en algo.

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