Stay safe, repiten continuamente. Mucho ha pasado desde la última entrada, tanto que al mundo no lo reconoce ni su madre.
Desde entonces hasta ahora, ha habido millones de muertos por algo tan pequeño que no tiene sabor, olor, ni tan siquiera color. Pero ahí está, aunque algunos lo nieguen. La antigua amenaza del cambio de paradigma se quedó así, antigua, y una multitud de bajas en las filas de mi departamento hicieron que dejásemos el agua correr y el río pasase sin pena ni gloria. Los GIF siguen fuertes como siempre y están siendo las cucarachas del fin del mundo. Inmarcesibles.
Mientras todo se tambalea, seguimos adelante pintando píxeles gruesos, acunados por estos beats tranquilos, relajantes, de baja calidad, aunque solo como estética. Porque en el fondo los GIF, los beats lofi y las cucarachas son así: eternos.